Si las aterradoras profecías sobre el cambio climático resultan ciertas y mañana no llueve, más vale que no salgas a la calle sin un sombrero de charro, una garrafa de agua embotellada y un flotador de pato inflado con helio. En el peor caso, puedes emigrar a Doñana.
4 comentarios:
Frankie,querido, para ser un hombre del Renacimiento, te noto un poco gandul.
Será por eso mismo, hombremuylento, mucho siglo a su espalda...
:-)
Habrá emigrado a Doñana...
Llora Doñana y no lleva pañuelo,
clavan su negra cruz los alcornoques
al paso del lince, presos bodoques
sangran los campos al quebrarse el cielo.
Te recordé un instante, mi señuelo,
planeando en las marismas, estoques
del rocío polvoriento, retoques
de memoria cautiva y desconsuelo.
Pone sus sombras el sol a cubierto
cuando huyen espátulas y flamencos
del recuerdo; cornudas gallaretas
sufren titanes, orcos y mostrencos;
truenan los rayos réquiem de cercetas,
llora Doñana por su hermano muerto.
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