Quizá la cara no sea el reflejo del alma, pero he comprobado a menudo que rostros similares reflejan almas gemelas.
Por cierto, con las caras pasa lo mismo que se dice de las metáforas: son limitadas. Yo empiezo a sentir que las he visto todas, que todo el mundo se me parece a alguien, que estoy como viviendo en China. El futuro ya no es rojo ni azul, y menos aún verde: es amarillo, como el desierto de Gobi, y todo a un euro que casi nadie tenga.
3 comentarios:
¿Verde que te quiero verde?
;-)
A ver, Frankie (por venir ya orinado y aplaudido) ¿Limitadas? Claro. Un amigo tuyo, Saul creo que se llamaba, sostuvo con acierto que eran, además, artefactos peligrosos, capaces de tener entretenidos durante buena parte de sus vidas a esa secta llamada "los intelectuales". Hablaba tu amigo de dos metáforas concretas y del siglo XX . Y hablaba bien, como era costumbre en él.
Pero tu, Rey de la elipsis, Príncipe de la metonimia, Conde de la perífrasis y Marqués de la paranomasia, tu que nunca olvidas una cara, ¿vienes a reclamar ahora laureles por descubrir que pasa con las metáforas como ocurre con los chinos?
Vamos anda.
He olvidado añadir al principio del segundo párrafo un modesto y veraz "Como todo el mundo sabe", entendiendo por "mundo" a todos los que lo sepan. Por lo demás, ruego a usted que me perdone este desliz y me tenga presente en sus oraciones. Cerdícolamente suyo, Frankan.
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