(M. KLINE, Scientific American, III.1955)
La inspiración requiere paciencia y una notable dosis de aburrimiento cabalmente administrada. Puestos a esperarla, es preferible hacerlo en una posición cómoda y a resguardo de pólenes, corrientes de aire y visitas indeseadas.
6 comentarios:
... y que te pille trabajando, o eso decía Picasásso, que me parece a mí que le iba más el fandango que el tajo
Picasásso... joer, cómo están las teclas
;)
Buscando la inspiración,
en el váter de señoras
me introduje. Tras dos horas,
salí con mi redacción,
cara de satisfacción
y las piernas doloridas.
Después de buenas comidas
para mí no es sacrificio
descansar, y con oficio,
invocar musas dormidas.
Un tipo inteligente que dedicó su vida profesional a la física, y con gran éxito, advertía risueño que no tenemos porqué tener una respuesta, que a él no le aterraba estar perdido en un universo misterioso sin propósito alguno. Es más, afirmaba que la realidad, hasta donde modestamente podía él rendir cuenta de ella, era esa. También bromeaba, aunque no del todo, sosteniendo que la condición del hombre es tal que le impide entender lo que no puede crear.
Y aquí llegas tú con tu bliblióscopo para elucidar el acto creador. Bien está que quitemos mística al acto (y no solo al creador), no es más que un intento de explicar la realidad; incluso cuando nos valemos de la belleza como medio, el resultado es con frecuencia, despojado de perifollos estéticos, desalentador. Lo cual que tanto da que saliese de nosotros con la laboriosidad de un parto o con la inspirada facilidad de un pedo de oso.
Querido HML, alma de cántaro contable y resultadista: ¿tanto he dicho y dejado de decir en mi modesta glosa? Hay que ver lo que da de sí el parpadeo parasimpático de un alegre biblióscopo lanzado cual canita al aire. Quedamos pues en que hay diferencias o deja de haberlas donde a usted y a su físico buenamente se les apepine. De acuerdo, no se hable más: Aragón tres, Huesca, Zaragoza y Teruel. E introdúzcase cuanto antes la noción de probabilidad cuántica en el debate sobre el aborto.
Y tú, Nieves, eres una glotona y una guarra, que lo sepas. Ya quisiera yo verte hilando décimas mientras ayunas en el desierto de Calcis con una chicharra en la cabeza.
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