miércoles, 18 de febrero de 2009

BIBLIÓSCOPO (XI)

“Y parecía indicar que todo se había acabado: la búsqueda del amor, la creencia en su supremacía.” (M. AMIS, Experiencia)



Los peores cambios de ánimo son aquellos que te inducen a creer que son definitivos, disimulando así su condición de estados transitorios en tu camino hacia los no-lugares. Esa naturaleza tramposa provoca un parpadeo entre el sentir genuino y la neurosis. Un poco de perspectiva, por favor: clava lejos tu mirada, otea el horizonte y estudia los puntos de fuga.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por qué cuando alguien habla del "amor" no pone un asterisco y la explicación de lo que significa para él/ella?, ¿qué se supone que había encontrado Amis?.
Nada es absoluto, nada es permanente,
cualquier estado absurdo, solo se encuentra en la mente.

Anónimo dijo...

Cada beso que inventé
quedó en marca registrada,
en patente descarnada
del deseo que se fué.
Tus misterios degusté
al amparo del fervor
cohibido, pero el dolor
seguido arrancó de pleno
mi adicción; busco sereno
los hijos de un dios menor.

Ana di Zacco dijo...

De la pendularidad bipolar al equilibrio en pocas líneas. Este post resuena en las llamadas almas sensibles (la sensibilidad entendida como un radar que llevamos adosado a la coronilla)...