viernes, 5 de diciembre de 2008

LA CONSTITUCIÓN DE TODOS




Las graves tensiones políticas que padeció España a principios del siglo XXI a punto estuvieron de provocar un enfrentamiento civil de consecuencias inimaginables. Al final se impuso la cordura, y en el año 2012 un selecto grupo de hombres cabales descendientes directos de los mayas lograron consensuar la refundación del Estado. Habían aprendido la lección: “Café para todos, sí, pero a aquellos señores del fondo que se lo sirvan con una tostada”.

Universal, extemporánea, paradigmática en el modo como equilibra posibilismo, flexibilidad y rigor científico, la Constitución de 2012 es popularmente conocida como "La Juana", pues se redactó en una playa de Cádiz una noche de hogueras de solsticio. Con el paso de los siglos, la Juana sigue siendo objeto de admiración entre sus estudiosos y de estudio entre sus admiradores. He aquí reproducidos sus ya clásicos Cinco Artículos, "los juanillos", que hasta las cucarachas aprenden de memoria en las escuelas:

1. España se constituye en un Estado de geografía variable, cuyas fronteras, soberanía nacional y forma política dependen del cauce de los ríos y del régimen de lluvias.

2. Cualquier región, provincia, ayuntamiento, distrito, parque natural o comunidad de propietarios de España puede independizarse del Estado si así lo deciden sus respectivos pueblos soberanos por unanimidad, previo aviso y ateniéndose a las consecuencias.

3. La lengua oficial del Estado es el resultado de la suma de todas las lenguas habladas y escritas por sus ciudadanos escolarizados, más la suma del cuadrado de los catetos. Al menos un ciudadano español, aquel que pueda, tiene el deber de conocerla.

4. Todo ciudadano español sumergido en un fluido ha de experimentar un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de fluido desalojado. Los extranjeros sumergidos en fluidos jurisdiccionales españoles experimentarán lo que en su momento determinen los tratados y la ley.

5. Todo ciudadano español, por el hecho de serlo, tiene derecho a una trompeta y a un embudo, si bien el Estado se reserva a su vez el derecho de negarle lo uno o lo otro, o de sustituir ambos por unas castañuelas.

4 comentarios:

Hombre muy lento dijo...

Te dejas, querido amigo, las dos disposiciones adicionales que son, sin duda, lo más arcano del texto:

Adicional primera: La función pública calculará sus efectivos globales de cada momento de acuerdo con la fórmula g x i (siendo g el punto e i la i), de modo que el número de funcionarios nunca sea inferior al cuadrado de la distancia que separe a los españoles los unos de los otros, tomados de dos en dos.

Adicional segunda: El Rey es del Atlético de Madrid. España se constituye en República parlamentaria. Quedan abolidos los Derechos Históricos, menos los de Miguel Rios. Quedan abolidos los Derechos colectivos de cualquier colectividad compuesta por un número de individuos superior a uno. Quedan, finalmente, abolidos los Derechos individuales. A bólido es a boludo como si te sale de los cojones es a si vos querés.

Por lo demás, felicidades de nuevo Frankie.

Anónimo dijo...

("Rumío" en voz baja: ya estamos con los funcionarios... la juana, la pepa y su hermana en el 2012 tampoco habrán conseguido cambiar el elemento esencial del chiste español: el puto funcionario. No puedo por menos que sentirme orgullosa de pertenecer a un gremio que ha hecho feliz a tantas y tantas generaciones patrías. Fin del "rumío")

Eres grande, poeta¡ El detalle de las castañuelas me ha animado a enfocar el futuro de ArteEspaña con marcado optimismo. La castañuela garantiza la pervivencia del elemento sociocultural de nuestros más nobles antepasados y es garantía, junto a los chistes de funcionarios, de nuestra unidad de destino en el TDT.

Sintagma in Blue dijo...

Déjate de castañuelas, para constitución, la mía, que es in blue, o sea, o sea.

Más chula que un ocho y olé.

Hombre muy lento dijo...

Orgullo legítimo de pertenecer a un gremio injustamente vilipendiado que comparto. No el gremio, sí la ventaja (en estos tiempos de crisis, no menor) de la imposibilidad de vernos asaltados por un ERE hostil. Y es que la crisis afecta a todos los sectores del empleo menos a los nuestros dos, gracias al cielo.

Recuerdo un día en el cual, circunstancias de la vida, me tocó indagar sobre las consecuencias del óbito de varias docenas de cigüeñas en un Vertedero de basuras operativo en el término municipal de YYY.

No fue fácil.

L a muerte de las cigüeñas, inopinadamente, desató gran revuelo entre gallos: El Concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento YYY peleaba con el Delegado de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma en la provincia a la que pertenece el pueblo. Porque esta Consejería (y todas las demás del Gobierno Autónomo) tienen Delegación en cada una de las provincias de la Comunidad. Curiosamente, La Diputación provincial (¡existen!, créanme) también tenía nombrado un Diputado provincial de Medio Ambiente cuyas opiniones como es obvio, debían ser tenidas en cuenta. El Ayuntamiento YYY pertenecía por lo demás a una Mancomunidad comarcal de Municipios cuyo Presidente tenía ciertas competencias en materia de residuos sólidos urbanos, y sucede también que existía por esa época en nuestra Unidad de Destino un Ministerio de Medio Ambiente en el que, a la sazón, una Ministra ejercía la cartera con entusiasmo contagioso y contagiado al Delegado de su Ministerio en la Comunidad Autónoma de marras. Todos esos gallos tenían, claro, numerosos subordinados en grado dispuestos a cacarear al unísono. Los cacareos (resulta probablemente innecesario aclararlo) no versaban sobre la naturaleza objetiva del problema ni, desgraciadamente, sobre las más adecuadas soluciones al mismo. Se trataba más bien de cargar las posibles responsabilidades sobre el mal funcionamiento de la instalación en el punto más alejado al sillón de cada cual. El color político de las diferentes Administraciones era heterogéneo; no fue fácil.

Nunca tantos leales servidores de la cosa pública, pelearon tanto y tan infructuosamente por tan pocas y desdichadas aves.